martes, 30 de noviembre de 2010
El pintor de batallas:
- ¿Lobo para el hombre, como dicen los filósofos?
- No insulte a los lobos. Son asesinos honrados: matan para vivir.
- ¿Y cuál es, a su juicio, la razón de que el hombre torture y mate por gusto?
- La inteligencia, supongo.
- Qué interesante.
- La crueldad objetiva, elemental, no es crueldad. La verdadera requiere cálculo. Inteligencia, como acabo de decir… Fíjese en las orcas.
- ¿Qué pasa con las orcas?
Entonces explicó qué pasaba con las orcas. Y contó cómo esos depredadores marinos de cerebro evolucionado, que operaban dentro de un complejo ambiente social comunicándose con sonidos refinados, se acercaban a las playas para capturar jóvenes focas que luego se lanzaban unos a otros a coletazos por el aire, jugando con ellas como si fueran pelotas, dejándolas escapar hasta el límite de la playa antes de capturarlas de nuevo, y seguían así, disfrutando, hasta que, cansadas del juego, las orcas abandonaban la maltrecha presa, descoyuntada, o la devoraban si tenían hambre. Aquello, concluyó, no era algo visto por él en la televisión u oído por ahí. Lo había fotografiado en una playa austral, durante la guerra de las Malvinas. Y aquellas orcas parecían humanas.
- No sé si comprendo bien. ¿Quiere decir que cuanto más inteligente es el animal, más cruel puede ser?... ¿Qué un chimpancé es más cruel que una serpiente?
- No sé nada de chimpancés ni de serpientes. Ni siquiera de orcas. Verlas me hizo pensar, eso es todo. Tendrían sus motivos, supongo: lúdicos, de adiestramiento. Pero su exquisita crueldad me recordó la del hombre. Tal vez ellas no tengan conciencia de esa crueldad, y sólo cumplan los códigos de su naturaleza. Quizá el hombre haga lo mismo: ser fiel a la espantosa simetría de su inteligente naturaleza.
- ¿Simetría?
- Eso es. Un científico la definiría como las propiedades estables del conjunto, pese a las transformaciones… Dicho de otro modo, que las apariencias engañan. Hay un orden oculto en el desorden, diría yo. Un orden que incluye el desorden. Simetrías y respuestas a simetrías.
- Ya veo. Quiere decir que el malvado no puede evitar serlo.
- Digo que somos malvados y no podemos evitarlo. Que son las reglas de este juego. Que nuestra inteligencia superior hace más excelente y tentadora nuestra maldad… El hombre nació predador, como la mayor parte de los animales. Es su impulso irresistible. Volviendo a la ciencia, su propiedad estable. Pero a diferencia del resto de los animales, nuestra inteligencia compleja nos empuja a depredar bienes, lujos, mujeres, hombres, placeres, honores… Ese impulso nos llena de envidia, de frustración y de rencor. Nos hace ser, todavía más, lo que somos.
Arturo Pérez Reverte.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
El amor nos define y nos marca.
Y yo que me creo sin tiempo, cuando él siempre esta ahí esperando a que lo tome y haga algo del cual sentirme orgullosa.
Ahora me siento mas libre, con más ideas, con más fuerza. Con el poder de tenerme, de decidir.
Fueron varios años, en los que arme y desarme. 6 creo. Me enamore por primera vez, con esa inocencia y eternidad que caracteriza las primeras veces, nos creí para siempre, me sentía afortunada, feliz. Y deseaba hijos con tus ojos y tus manos. Y si el mundo me castigaba sabia que tenia tus enormes brazos para que me den refugio, un refugio soñado. Y quería estar así toda mi vida, me bastabas. Palabra demasiado grande para mi incansable incorformismo. Pero los castillos de cristales son muy débiles, y la vida es muy dura. Y adormecidos decidimos separarnos, para ver que pasaba. Que peligrosa resulto esa frase. Cuanto respeto le tuve después. Y vos hiciste lo que en mis pesadillas siempre temí. Y vos solo derrotaste a tu imagen invencible, quizás porque solo vos podías hacerlo. Y luego quede sola, mostrándome entera pero sin saber que hacer, vos ya no eras el mismo. Y ahí apareció otra historia, solo 1 mes la separaban de vos. De tu enormidad y mi desintegración. Y ahí ya no me permitía fracasar de nuevo, y no me explicaba porque él no era como vos. Porque yo no podía ser con él como lo fui con vos. Y en cada lagrima te lloraba, me enojaba con mi vida por dar un vuelco de 180 grados sin avisarme, por colgarme de quien no lo merecía, y por no darme cuenta de que tenia las herramientas para soltarme.
martes, 3 de agosto de 2010
Derecho al delirio.... (dedicado al corazón de Rene).
¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar?
¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:
El aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;
en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;
la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor;
el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;
la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;
se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;
en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;
los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;
los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;
los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;
los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;
la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;
la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;
nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;
el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;
la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;
nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;
los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;
los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;
la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;
la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;
la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;
una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;
en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;
la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;
la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;
serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;
los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;
seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;
la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses;
pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.
E. Galeano.
martes, 6 de julio de 2010
L'enfer, c'est les autres. Jean Paul Sartre
Considera que el hombre nace libre, responsable y sin excusas. Elegimos libremente cualquier camino para definir ese proyecto original que es el deseo de ser.
Por lo tanto, el hombre está condenado a ser libre y tiene la absoluta responsabilidad de renovarse en cada instante de su vida. La libertad resulta incómoda, debido a que hay que saber que hacer con ella, por lo tanto será la causa de una gran angustia.
Puede suceder que ante el miedo a la angustia que produce una elección, donde corremos el riesgo de que nuestra elección sea buena o mala, tratemos de engañarnos depositando la responsabilidad sobre algo ajeno, ya sea Dios, el ambiente o la herencia.
Sartre afirma que el hombre es un ser absurdo ya que ni el nacer ni el morir tienen sentido.
El absurdo de la existencia produce el sentimiento de náusea.
De sus propias palabras:
«Durante mucho tiempo tomé la pluma como una espada; ahora conozco nuestra impotencia... La cultura no salva nada ni a nadie, no justifica. Pero es un producto del hombre, que se proyecta en ella, se reconoce... Ese viejo edificio en ruinas, mi impostura, es también mi carácter; podemos deshacernos de una neurosis, pero no curarnos de nosotros mismos»
«El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que hace de sí mismo. Éste es el primer principio del existencialismo»
«Nuestra esencia, aquello que nos definirá, es lo que construiremos nosotros mismos mediante nuestros actos»
«Trata de amar al prójimo. Ya me dirás el resultado»
«La libertad es lo que haces con lo que te han hecho»
«Cada hombre tiene que inventar su camino»
jueves, 1 de julio de 2010
Como si de vos tendría que obtener algo a cambio.
Hace tiempo que no amaba desde la salud. Y al darte eso aleje a la desesperación, a la intranquilidad, y luego al desconsuelo de sentirme perdida. Y hoy al fin solo existís vos. Tu manera de enseñarme a mirar, tu silencio que siempre te aventaja, tu serenidad ante el resto, y parece que hayas vivido tantas cosas y a la vez te volvés a mi como un nene y me pedís que te guíe. Y yo alterno, entre mi ansiedad y tu sonrisa, entre mis ganas de cuidarte para siempre y tu supuesto desapego, entre mi apuro y tu templanza. Y llego a la conclusión de que quiero estar con vos. Y que lo unico que espero es que lo notes.
"Era el amor como un mar, como el pecado, como la vida, como la muerte. El amor bajo las arcadas, el amor en la fuente, el amor en una cama, el amor como la hiedra, el amor como una oleada. El amor tan grande como los cuentos, el amor como la pintura, el amor como todo lo que existe."
Antonin Artaud
lunes, 28 de junio de 2010
Carta al Padre:
F. Kafka.
miércoles, 23 de junio de 2010
"Hoy lo mas punk que hay es no drogarse" (Ataque 77)
viernes, 18 de junio de 2010
El mono desnudo
jueves, 17 de junio de 2010
Un año atras.
Y ahora acá estoy, sintiendo injusticias por todos lados, viendo a personas que ahora están en el lugar donde me sentí antes. Tan segura de que nadie me puede tocar, tan firme ante una decisión tomada, tan intacta.
Veo a los demás como echan a perder una relación de años con otra persona, una relación que valorarán cuando la pierdan, cuando se den cuenta de lo que cuesta hacer que otra alma se integre a la tuya. Y ahora siento que tuve mucha mala suerte en mis elecciones, y eso es lo que mas me duele. Sentir que decidí mal, sentirme ahora del otro lado.
¿Que define una relación? ¿Que fue lo que vivimos? ¿Es tan necesario etiquetar todo? Si, es necesario que una persona tenga un significado en tu vida, que sepas que parte tuya le pertenece, que sepas cuanto te ayudo o cuanto te despertó a la realidad. Quizás nunca tuvimos que ser más de lo que pudimos. Quizás tu corazón nunca se abrió del todo al mío, quizás yo no confié en vos sinceramente. Hace semanas, meses que no me permito sentir, porque así evito recordarte. Y fueron momentos tan intensos. Tan marcadamente extraordinarios en nuestra mugre. Porque si estábamos jodidos, lo hermoso era que los dos lo estábamos por igual, y desde ese lugar nos abrazábamos y nos sentíamos uno. ¿Por qué nos lastimamos tanto? La esperanza nos mato.