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lunes, 28 de junio de 2010

Carta al Padre:

Te lo ruego, papá, comprende lo que te digo, todos estos detalles no habrían tenido importancia por sí solos. Me deprimían únicamente por el hecho de que tú, el hombre que tan enormemente ha influido en mi vida, sin embargo, no observaba los mandamientos que imponía. Por ello subdividí el mundo en tres partes: una, en la cual vivía yo, el esclavo, bajo leyes que sólo habían sido inventadas para mi y a las que yo, por otra parte —sin saber por qué— nunca más podía cumplir en forma satisfactoria: luego un segundo mundo, infinitamente lejos del mío, en el cual vivías tú, ocupado en gobernar, emitir las órdenes y disgustarte a causa de su incumplimiento; finalmente un tercer mundo, en el cual vivía el resto de la gente, feliz y sin órdenes ni obediencia. Desde muy temprano tú me prohibías la palabra. Te recuerdo siempre amenazante "¡Ni una palabra de réplica!" y levantando la mano al mismo tiempo. Cuando se trata de tus asuntos, tú eres un excelente orador y yo adquirí en tu presencia un modo de hablar entrecortado, tartamudeante, y aun eso era demasiado para ti: finalmente me quedé callado, primero acaso por terquedad y más adelante, debido a que en tu presencia no podía ni pensar ni hablar". "Tú me decías: "Ni una palabra más" y con ello querías acallar en mí las fuerzas contrarias que te eran desagradables. Pero tal influjo era demasiado fuerte para mí, yo era demasiado obediente y enmudecí del todo, me oculté de ti y sólo osaba moverme cuando estabas tan lejos que tu poder, cuando menos directamente, ya no me alcanzaba. Entre nosotros no hubo realmente ninguna lucha; yo de inmediato estuve liquidado; lo que quedó era huida, amargura, tristeza, lucha interna.
F. Kafka.

miércoles, 23 de junio de 2010

"Hoy lo mas punk que hay es no drogarse" (Ataque 77)

Los efectos de las sustancias toxicas en el cuerpo son muy diversos: los reflejos disminuyen y se pierde la coordinación; pero lo más importante es que afectan al espíritu de dos maneras. Primero, desdibujan el pasado y borran tanto los recuerdos agradables como los desagradables y, en segundo lugar, anulan cualquier pensamiento sobre el futuro. Las sustancias intoxicantes confinan a la persona que las toma en el presente, en el aquí y ahora, sin tener en cuenta el futuro, sin ninguna consideración por el pasado. Ahí está la trampa, en esa creencia de que nada tiene valor, creencia que explica el ansia desenfrenada e insensata por saciarse de placeres físicos. Cuando una persona está bajo el efecto de sustancias intoxicantes puede ocurrir que asuma retos temerarios, porque su guía interior, o incluso su instinto de supervivencia, están mermados. ¿Cuántos guerreros jóvenes se lanzan a una muerte segura al enfrentarse a enemigos muy superiores? ¿Cuántas mujeres jóvenes se quedan encintas de hombres que nunca aceptarían como futuros esposos?Ahí está la trampa, en esa creencia nihilista que yo me niego a aceptar. Yo vivo mi vida siempre con la esperanza de que el futuro será mejor que el presente, aunque sé que debo esforzarme para que sea así. Ese esfuerzo es el que proporciona una auténtica satisfacción en la vida, una sensación de logro que, en el fondo, todos necesitamos para ser felices. ¿Cómo podría seguir siendo fiel a esa esperanza si me permitiera un momento de debilidad que bien podría destruir todo lo que tanto me he esforzado en conseguir y todo lo que espero alcanzar? ¿Cómo habría reaccionado ante tantos peligros imprevistos si, cuando surgieron, hubiera estado bajo la influencia de una sustancia que ofuscara la mente, una sustancia que mermara mi juicio o que alterara mi visión de las cosas?Los placeres sensuales son, o deberían ser, la culminación del deseo físico combinado con la decisión intelectual y emocional de entregarse en cuerpo y alma, cuando existe un vínculo de confianza y respeto.Yo soy incapaz de vivir en una autocomplacencia sin esperanza, porque eso es lo que es, un revolcarse en los niveles más bajos de la existencia, y todo ello debido, creo yo, a la falta de esperanza en un nivel superior de existencia.¿Qué es lo que empuja a una persona a ese pozo? Creo que el dolor, y los recuerdos demasiado horribles para enfrentarse a ellos cara a cara y aceptarlos. Ciertamente, las sustancias intoxicantes difuminan los padecimientos pasados, pero a costa del futuro, y eso no sale a cuenta.

viernes, 18 de junio de 2010

El mono desnudo

En todo comportamiento exploratorio, sea artístico o científico, se desarrolla el eterno combate entre los impulsos neofílico y neofóbico. El primero nos empuja a nuevas experiencias; nos hace buscar afanosamente la novedad. El segundo nos retiene, hace que nos refugiemos en lo conocido. Nos hallamos constantemente en un estado de equilibrio inestable entre las atracciones opuestas del nuevo estímulo excitante y del antiguo y familiar. Si perdemos nuestra neofilia, nos quedaremos estancados. Si perdemos nuestra neofobia, correremos hacia el desastre. Este estado de conflicto explica no sólo las más visibles fluctuaciones de las modas y caprichos, del tocado y del vestido, de los muebles y de los coches, sino que constituyen también la misma base de todo nuestro progreso cultural. Exploramos y nos atrincheramos; investigamos y nos estabilizamos. Paso a paso aumentamos el conocimiento y la comprensión, tanto de nosotros mismos como del complejo medio en que vivimos.

jueves, 17 de junio de 2010

Un año atras.

Y es verdad que la vida da vueltas, que algunas veces estamos estampando puertas en las narices de otros y al poco tiempo pasamos a sentir lo que es la indiferencia en la cara. Y eso quizás deberíamos llamarlo suerte, aunque no sepamos distinguirla, en estos últimos meses le pedí perdón mil veces en mi mente a esas personas que no respete.
Y ahora acá estoy, sintiendo injusticias por todos lados, viendo a personas que ahora están en el lugar donde me sentí antes. Tan segura de que nadie me puede tocar, tan firme ante una decisión tomada, tan intacta.
Veo a los demás como echan a perder una relación de años con otra persona, una relación que valorarán cuando la pierdan, cuando se den cuenta de lo que cuesta hacer que otra alma se integre a la tuya. Y ahora siento que tuve mucha mala suerte en mis elecciones, y eso es lo que mas me duele. Sentir que decidí mal, sentirme ahora del otro lado.

¿Que define una relación? ¿Que fue lo que vivimos? ¿Es tan necesario etiquetar todo? Si, es necesario que una persona tenga un significado en tu vida, que sepas que parte tuya le pertenece, que sepas cuanto te ayudo o cuanto te despertó a la realidad. Quizás nunca tuvimos que ser más de lo que pudimos. Quizás tu corazón nunca se abrió del todo al mío, quizás yo no confié en vos sinceramente. Hace semanas, meses que no me permito sentir, porque así evito recordarte. Y fueron momentos tan intensos. Tan marcadamente extraordinarios en nuestra mugre. Porque si estábamos jodidos, lo hermoso era que los dos lo estábamos por igual, y desde ese lugar nos abrazábamos y nos sentíamos uno. ¿Por qué nos lastimamos tanto? La esperanza nos mato.

miércoles, 16 de junio de 2010

El más inhóspito de todos los huéspedes

"A tales hombres, que son los que me interesan, les deseo sufrimientos, abandono, enfermedades, pesares y humillaciones: les deseo que aprendan a saborear el desprecio hacia sí mismos, el tormento de la desconfianza en sí mismos, el dolor del vencido; no me inspiran compasión alguna, porque les deseo lo único que puede demostrar hoy si el hombre tiene valor o no, es decir, la firmeza." F. Nietzsche.